Chilpancingo, México, 23 sep (EFE) – Estudiantes mexicanos vandalizaron este sábado las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) y prendieron fuego a una camioneta en Guerrero, sur de México. El 26 de septiembre del próximo año se cumplirá el noveno aniversario de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Jóvenes miembros de la Federación Socialista Campesina y Estudiantil de México (FECSM) llegaron a la capital de Guerrero en al menos una docena de autobuses para depositar ofrendas florales en el lugar donde dos estudiantes fueron asesinados durante las protestas en la calle El en 2011. Carretera Sol que conduce a Acapulco en el Océano Pacífico mexicano.
Los manifestantes realizaron una manifestación y el tráfico quedó parcialmente bloqueado. Distribuyeron folletos acusando al ejército mexicano de ocultar información en un esfuerzo por encontrar el paradero de estudiantes desaparecidos desde 2014.
Entre los puntos resaltados estuvieron las últimas comunicaciones del desaparecido Julio César López, quien, según la investigación del caso, era un militar que se había infiltrado en Ayotzinapa, por lo que se espera que el ejército tenga más información de la que tiene ahora. No ha sido entregado a las familias de los desaparecidos ni a sus defensores legales.
Y también está el último informe del organismo de control “C4”, que coincide con el momento de la desaparición de los estudiantes la madrugada del 27 de septiembre y que presume la participación de las Fuerzas Armadas.
En esa protesta, normalistas detuvieron una camioneta de una empresa privada marca “Marinela” y luego la llevaron a la fiscalía y la estrellaron contra un portón, derribándola.
Allí, un grupo de ellos celebró otra breve manifestación mientras otro grupo destrozó el exterior de las instalaciones del ministro además de disparar cohetes contra el estacionamiento.
Asimismo, prendieron fuego al camión que previamente se habían llevado con bombas molotov hasta dejarlo completamente incendiado.
En el exterior, también protestaron, exigiendo que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, investigue a los militares para dar con el paradero de los normalistas.
Los manifestantes se retiraron a las instalaciones de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos en Ayotzinapa, municipio de Tixtla, y se espera que desde allí partan en los próximos días para reunirse con un contingente que protesta en la Ciudad de México desde el jueves.
Mientras tanto, los desconsolados familiares y abogados de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 continúan su protesta tras expresar su descontento tras reunirse varias veces con la parte mexicana en un campamento instalado frente al Primer Cuartel Militar en Ciudad de México, la capital. . Las autoridades, incluido el presidente López Obrador, defendieron al ejército, diciendo que había transmitido toda la información relacionada con el caso.
JMRS
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