Un estudio reciente realizado por investigadores de la Florida Atlantic University (FAU) arroja luz sobre los orígenes del comportamiento determinado y el surgimiento de la agencia humana. En este estudio, utilizamos bebés humanos para comprender cómo los movimientos voluntarios se transforman en acciones intencionales.
En el experimento, los bebés eran inicialmente observadores pasivos. Pero cuando una de sus piernas fue unida al móvil para bebés que sostenían, descubrieron que podían mover el móvil con sus propios movimientos. Esta comprensión marca el “nacimiento de la agencia” y marca la transición de la acción voluntaria a la intencional.
Los investigadores utilizaron tecnología de captura de movimiento de última generación para medir los movimientos del bebé y del móvil en el espacio 3D. Descubrieron que la retroalimentación positiva entre los movimientos del bebé y el movimiento del móvil acentuaba la relación causal, aumentando la velocidad de movimiento del bebé.
Según JA Scott Kelso, autor principal del estudio, la agencia surge cuando los bebés reconocen su capacidad para influir en el mundo. Esta conciencia está marcada por un aumento repentino en la velocidad del movimiento, lo que indica una transición a una acción intencional.
Las investigaciones también muestran que la agencia es un proceso discontinuo de autoorganización en el que el significado se encuentra tanto en el movimiento como en la inmovilidad. La dinámica coordinada de acción y pasividad contribuye a la unificación de la conciencia del bebé.
Los hallazgos proporcionan observaciones cuantitativas sobre el surgimiento de la agencia humana, cómo los humanos entienden sus relaciones con el mundo y su capacidad para generar cambios. Esto amplía nuestra comprensión de la acción intencional y se suma a la investigación científica en curso sobre la naturaleza de la agencia.
Fuente: Universidad Atlántica de Florida
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