La cápsula Osiris-Rex de la NASA entrará dramáticamente en la atmósfera de la Tierra el domingo a 15 veces la velocidad de una bala de rifle. La cápsula crea una bola de fuego en el cielo a medida que desciende, pero con la ayuda de un disipador de calor y un paracaídas, aterriza suavemente en el desierto occidental de Utah. La carga que llevó la cápsula hasta este aterrizaje fue un puñado de polvo recogido del asteroide Bennu. Esta roca espacial de tamaño prosaico tiene el potencial de responder preguntas fundamentales sobre nuestros orígenes.
Los científicos están entusiasmados con la posibilidad de estudiar este polvo de asteroide tal como existía antes de que se formara nuestro planeta y nuestro sistema solar. Al analizar el material, los investigadores esperan comprender mejor cómo se formó la Tierra y por qué se convirtió en un mundo habitable. Las preguntas clave incluyen el origen del agua y la atmósfera de la Tierra, así como el origen de las moléculas orgánicas que constituyen toda la vida en la Tierra.
La teoría predominante es que muchos de los elementos necesarios para el desarrollo de la Tierra fueron aportados por asteroides. Esta creencia se ve respaldada por el hecho de que Bennu es similar a otros asteroides que han chocado en el pasado. La NASA lanzó la sonda Osiris-Rex en 2016 para recuperar fragmentos de Bennu. Después de dos años de mapeo, se ha identificado una ubicación en la superficie del asteroide para la recolección de muestras.
Una figura destacada en el proceso de selección es el Dr. Lee. Sir Brian May fue una leyenda del rock y astrofísico británico. Utilizó su experiencia en imágenes estéreo para ayudar a identificar las áreas más seguras de Benue. doctor. May enfatizó la importancia de combinar arte y ciencia en el proyecto porque comprender el terreno es fundamental para el éxito de la misión.
El momento en que fue capturado el ejemplar fue un momento importante. Osiris-Rex aterrizó en el asteroide y levantó el dispositivo de combate con un brazo de 10 pies. Al entrar en contacto con la superficie, se comportó inesperadamente y se separó como un líquido. Esto dejó un cráter de 26 pies de ancho, desde el cual el material fue expulsado y depositado en la cámara.
Los científicos quieren analizar la cápsula porque tardará varias horas en entregar de forma segura las muestras de Bennu. Las muestras serán transportadas al Centro Espacial Johnson en Texas para su análisis. Dr. Museo de Historia Natural de Londres Ashley King fue uno de los primeros científicos en estudiar la literatura. Describió la experiencia como increíblemente emocionante porque es una oportunidad única para tomar muestras de un asteroide.
Los investigadores están particularmente interesados en investigar la presencia de agua y carbono en Benue. Si el agua encontrada en Bennu es similar a los océanos de la Tierra, podría respaldar la teoría de que los asteroides desempeñaron un papel importante en el suministro de agua a la Tierra. Además, comprender las moléculas basadas en carbono en las muestras podría revelar vínculos entre los componentes orgánicos de Bennu y los orígenes de la vida en la Tierra.
En general, recolectar polvo de este asteroide es un paso importante en nuestra búsqueda para resolver el misterio de su origen. Esto tiene el potencial de mejorar nuestra comprensión de cómo se formó la Tierra y el papel de los asteroides en su formación.
fuente:
– NASA
– BBC
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