“Rachels Don’t Run” es un cortometraje que invita a la reflexión y explora las profundidades de la soledad y nuestro deseo de conectarnos en un mundo de tecnología que avanza rápidamente. Dirigida por Johnny Cosse, la película está ambientada en un futuro cercano y tiene lugar a altas horas de la noche en una oficina abandonada. Leah, una agente de atención al cliente de una empresa llamada Iris, está sentada sola en su escritorio, atendiendo sus llamadas telefónicas y atendiendo a los clientes descontentos.
Iris se especializa en proporcionar compañeros de inteligencia artificial, y Leah escucha fragmentos de conversaciones entre clientes y las mujeres algorítmicas con las que interactúan. Mientras Leah navega por los servicios de alta tecnología, ve intercambios desde lo mundano hasta lo glamoroso. Causey explica que el enfoque de la película fue inicialmente la contención en lugar de la IA, lo que refleja la situación de la pandemia durante la escritura del guión.
“Rachel’s Don’t Run” se filmó durante la noche en un espacio de oficina vacío en Seattle durante la pandemia. La sencillez del trasfondo y la trama de la película era perfecta para Time of Solitude. En los primeros días, las preocupaciones sociales en torno a la proliferación de la IA no eran tan prominentes como ahora.
Un momento crucial en la película es cuando Leah escucha una conversación entre un llamador frecuente llamado Isaac y su colega de inteligencia artificial Rachel. Leah decide asumir el papel de Rachel y conectarse con Isaac en un nivel más personal y empático. Sin embargo, esta verdadera conexión es de corta duración.
La película cuestiona la naturaleza de la soledad y nuestro deseo de validación y conexión humana auténtica. El objetivo de Causey era mantener al público interesado y conectado con los personajes a lo largo de la película. Se inspiró en películas como “The Lives of Others” y “The Vast Night”, que exploraban temas de alienación y comunicación mediada por la tecnología.
En última instancia, “Rachel’s Don’t Run” destaca el desafío de replicar las imperfecciones de las relaciones humanas a través de la tecnología. Representa el resultado del intento de Leah de crear una relación significativa con una persona que busca una satisfacción insoportable a través de los servicios de inteligencia artificial.
La película es un recordatorio conmovedor de que, si bien la tecnología puede brindar camaradería y conveniencia, no logra replicar la profundidad y complejidad de las relaciones humanas reales.
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